viernes, 27 de mayo de 2011

viajedejavi. Etapa 25: Aviles-Soto de Luiña

25ª Etapa. 19 de junio de 2006. Lunes.
Avilés, Salinas, Arnau, Santa María del Mar, Soto del Barco, Muros de Nalón, playa Aguila, El Pitu, Cudillero, Soto de Luiña.

Cumpleaños de mi sobrino Mikel. Juan, durante la noche, se ha levantado para hacer callar los ronquidos de su amigo alemán. Beatriz ya se ha ido para cuando me levanto; también el alemán de Polanco. Mónica está preparada en la entrada y me despido de los tres y de los ciclistas murcianos, que son del cuerpo de bomberos y gestionan posible jubilación a los 55 años. Pregunto a una chica por la salida más rápida a playas y me orienta muy bien.



Salgo a Salinas y veo una playa enorme con unos mamotretos de edificios, tan grandes, pero mucho más feos, que los de Benidorm; saco foto. Paseando por el paseo marítimo, sobre la playa, un meditabundo empresario me orienta para coger un paseo entre Arnau y Santa María del Mar. Es muy bonito ¡lástima de día con llovizna! Primero paso por el museo de Anclas Philippe Cousteau; paso el túnel y entro en Arnau y saco foto de la playa;


 luego, de nuevo en el camino, saco foto de la costa con la Isla de La Ladrona en primer término.



 También desde el camino fotografío el cementerio en lo alto; está entre Arnau y Santa María del Mar y está al servicio funerario de ambos; me supongo que tendrá mejor acceso por el otro lado.



En Santa María del Mar, la playa es fea y con arena negruzca, como si estuviera tiznada de carbón, no en vano estamos en tierras carboníferas y cuyo color se diferencia entre la zona de rocas y la arena que se mete en su interior, hacia el monte. Baja un río que ¿será el culpable del negro carbón? No sé si las playas Requesiños y Bayas (El Sablón), de mi lista de nudistas, serán esas o no, pero no me apetece ni siquiera preguntar. 

Desayuno allí por 2,80€, escribo el diario y me voy a las 11:30h. ¡A ver si hoy duermo en Soto de Luiña! Me entra la duda de si ir o no a Piedras Blancas y un señor me dirá que ni se me ocurra retroceder. Entonces voy hacia Noveces y, cuando llego al aeropuerto, en ese mismo momento, pasa un avión por encima de mi cabeza. Lástima de no haber reaccionado rápido; no he podido sacar la foto. Llego a la iglesia de Santiago Apostol, en Santiago del Monte (Castrillón) y ya estoy de nuevo en la ruta oficial. Hay una mezcla de carreteras secundarias, caminos embarrados y sendas y tenemos la mala suerte de que, bajando uno de los caminos, está una escavadora abriendo una zanja, pero los obreros se han ido a comer y allí la han dejado, y nos crea dificultades para pasar; digo en plural, porque, nada más hacer el paso, veo a lo lejos a Mónica y delante de mí, a Juan y su alemán, que van con intención de comer en Soto del Barco. Juan sueña con unos callos o una fabada. Les dejo allí y sigo. Creo que esta fue la última vez que les vi a ellos; a Mónica la veré por la noche.  Antes de llegar a Soto del Barco, paso por un castillo y lo fotografío.


Estoy en zona interior, alejada de la costa, así que la playa de los Quebrantos, anunciada como nudista en mi lista, se quedará a lo lejos sin recibir mi visita. Luego la carretera general se llena de circulación, haciendo penoso el paso de peatones; hay mucho camión, cuando paso el puente sobre el Nalón a las 14:15h. 

 En Muros de Nalón estoy en mala hora para hacer compra, así que decido comer en La Casona: ensalada mixta, merluza rebozada con patatas fritas, yogur, pan y tinto por 7€ y, tras comer a gusto, daré un euro de propina. Era el menú diario y había donde elegir. Se ve que tienen gente fija, de diario, y la ensaladilla se les había terminado. Me han atendido muy bien y a las 15:45h, saldré para bajar a playa Aguilar; al coger el camino, veo un gran cartel en la carretera que, entre otras, indica la dirección hacia la playa L’Atalaya, con el añadido específico de “nudista”; es la primera vez que lo veo escrito en señal de carretera.

Como no voy, ya que tendría que retroceder, no podré dar cuenta de la misma. Estoy bajando hacia playa Aguilar y, un poco antes de llegar, anuncian a la derecha: playa de Xilu, pequeñita y sin arena seca.



 Son las 16:15h. Luego veo la de Aguilar, que es bastante amplia y con una ancha franja de arena seca de unos 10 m., ya peinada por máquina de limpieza. Saco foto a las dos; ésta tiene unas rocas muy bonitas y la entrada al agua limpia, sin piedras; el día sigue gris, de hecho, antes de desayunar, lloviznaba.
Me pongo a hablar con el socorrista que quiere saber, para obrar en consecuencia, cómo actuar con los nudistas. Le digo que no debe decirles nada y cuando él mismo hace nudismo, no vestirse cuando llegan otros. No sé si lo he dejado muy convencido.

Cuando estoy subiendo de la playa hacia Cudillero (Cuideiru), me encuentro con un señor mayor quien, para no variar, también habla mal de Zapatero. Aunque no he hablado apenas de política en el viaje, esa ha sido una constante, más agudizada en Cantabria y Asturias. Se lo digo al vejete y no le gusta; le digo que entre Zapatero y Aznar, me quedo con el primero; y le gusta menos. Le digo que pareciera que el PP no gobernara nunca y Aznar nos metió en la guerra de Iraq, a pesar de reprobarlo los españoles, y que le lamía el culo a Bush… y se va encendiendo. No os he dicho que este señor, aunque mayor, llevaba en la mano una enorme sierra de arco y, si no me voy dejándole con la palabra en la boca, me hubiera cortado a gusto en rodajitas.

Siguiendo la carretera hacia arriba he visto el Hotel Azpiazu y una casa con forma de panera, pero en el tercer piso, a la que fotografío; además tiene piscina y campo de tenis.





Llego a Cudillero y compro en un supermercado Alimerka (7,31€) y me dirijo hacia Soto de Luiña por la carretera vieja. A base de preguntar y de meter la pata, consigo llegar a Casa Fernando.




En El Pitu, fotografío el Palacio de Selgas (Versalles en pequeño) y la enorme iglesia (en el reloj pone las 14:50) y son las 17:30h. Tiene dos torres.


Lo mismo que me ha pasado con las anteriores playas nudistas, tampoco podré decir nada de las de Campofrío y Oleiros, ya que quedarán atrás, por Cuideiru. A las 17:40h me encuentro con una madre que viene con un niño, vienen de cortarle el pelo. Yo pregunto que si viene del cole y ella me dice que allí, todo el año, el cole es de 8 a 14 horas.

 Llegando ya a destino, una mujer sale de casa con una bolsa en la cabeza; ha empezado a lloviznar, como por la mañana, pero la cosa no va a más. Llegando a destino, me llama al móvil mi otra hermana, Luchy, pues es el cumpleaños de su hijo y no le he llamado para felicitarle. Me cuenta cosas de mi nieto mayor, Julen. En la última gasolinera, me han dicho que pida la llave del albergue en el Bar Ecu, pero cierra los lunes, por descanso semanal. Pregunto, y me mandan al hotel; allí hay un grupo de peregrinos, que acaban de empezar. Van a cenar en el hotel y verán el partido España-Túnez y volverán tarde. Cuando estoy esperando para que me den la llave, llega el alemán de Polanco. Mientras él va al albergue, me sellan la credencial: Asociación cultural La Humildad. Soto de Luiña (Asturias) nº 4386 y ningún dibujo; la más simple; y me inscribo en el libro. Me dicen si quiero cenar, pero he comprado algo y, si no lo como, mañana llevaré más peso. Cuando llego al albergue, el alemán está intentando abrir una puerta que no es; yo sabía cual era porque me lo había dicho una mujer desde un balcón. Tomo posesión de cama; el alemán cena con dos cervezas y yo me ducho y ceno después: puntas de espárragos, navajas, pasas y almendras, dos quesitos y las dos últimas ciruelas que me quedaban. Le escribo al alemán el distrito de Beatriz en el Barrio de Olaberria, sin exactitud (20300), pues ella no se lo había incluido en las señas. Preparo el itinerario de mañana y con ganas de playa, y escribo el diario. Cuando estaba acabando de escribir, ha llegado Mónika. No acaba de decidirse dónde ponerse para dormir. El alemán se está trincando su botella de tinto que se abre todos los días para después de cenar. Viene uno de los que estaban en el hotel con la noticia de que España al inicio del segundo tiempo ha conseguido empatar a uno el partido. Mañana sabremos el resultado final. Para no desvelarme, cuando llegan todos, no pregunto el resultado; no arman demasiado jaleo pero uno, el más gordito y duro de oído, el mayor del grupo, roncará que es un primor. Matrícula de hoy FBS (fabes).
Hoy no ha sido especial ni de playas, ni de paisajes; si habría que destacar algo, sería el encuentro con el hombre de la sierra que, si hubiera llevado guadaña, habría sido la alegoría de lo más desagradable. Lo tengo bien empleado ¡quién me manda hablar de política!

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