viernes, 27 de mayo de 2011

viajedejavi. Etapa 41: Fisterra-Muros

41ª Etapa. 05 de julio de 2006. Miércoles.
Fisterra, Corcubión, Cee, O Pindo, playa de Carnota, praias de Lariño, Ancoradoiro, Lago Louro y Muros.

Me levanto, ducho, recojo, recargo un poco más el móvil, saco un nuevo bolígrafo de la mochila y parto dirección Corcubión-Cee a las 7:05h.


Una foto de Fisterra de lejos, con faro y cabo; lo seguiré viendo durante unos cuantos días, en tanto no salga de la ría de Muros y Noya. Amenaza de lluvia, más que orvallo, y encuentros con caminantes que vienen del albergue de Corcubión. Me paro con pareja de franceses que empezaron en Pamplona, por el Francés. Por el otro arcén pasará otro hombre, otra mujer, después, y un joven y, por último, una pareja que ya llegó a Santiago el año pasado y éste lo están haciendo desde allí: Corcubión, Fisterra y Muxía; ella pretende conseguir contrato de relevo en setiembre y después hará una hora de clase semanal, aproximadamente, pero le gustaría concentrar esas horas para no tener que estar así los cinco años. Su madre es de Azpeitia y ella nació allí, pero él es de Astorga, aunque llevan trabajando en la enseñanza, y viviendo en Zaragoza, muchos años. ¡Buen camino! Más tarde pasará un ciclista. Poco antes de llegar a Corcubión, voy por el arcén con una señora de la zona; tiene setentaymuchos años y le fallan las piernas, por eso tiene que andar. Las dos hijas que tiene se llevan casi cinco años, porque la primera les dio tanta guerra que no les dejaba descansar por las noches; ahora su hija tiene dos hijas más seguidas, con dos años de diferencia y la otra está casada pero sin hijos y se dedica a viajar: Noruega, Cuba, etc. Cuando estamos llegando, me indica dónde está el albergue, me despido de ella y entro a saludar, informarme y conocerlo, pero es muy difícil entender nada; es otro extranjero, que lleva pocos días, y me presenta los folletos. Al fondo, sentada, otra señora de edad y también extranjera (por el aspecto), ni se acercará ¡Buen camino! Y me voy. De nuevo empieza a lloviznar, pero contenido, no molesta, casi se agradece, aunque la duda que tiene el caminante, cuando empieza así, es si va a arreciar. Cuando estoy atravesando Corcubión, llega un ciclista belga (flamenco, con el que no puedo comunicarme en francés) que viene de Vimianzo.

Saco una foto y un señor me esplicará que la próxima playa pertenece ya a Cee. Voy por un corto paseo marítimo y entro en el concello de Cee. No me pueden dar ninguna explicación de albergues en la costa que me queda hasta A Guarda y en Cultura no me puede decir nadie si hace 42-43 años se representó o no, de Moliére, su El médico a palos. Bajo a la biblioteca y tampoco hay suerte; entonces no se archivaban los programas de mano y sería ardua tarea investigar. Me voy a desayunar descafeinado con leche y dos croissants (2,50€), escribo el diario y llamo a mi hermana Sagrario. A ella no le da ninguna envidia mi viaje, es más de albergues y pensiones y no dormiría, por todo el oro del mundo, a la intemperie. Prefiere hacerlo como lo hace, ¡mejor para ella! pero, para mí, no tiene ni comparación, ¡mejor para mí! A partir de ahora, de nuevo, como me pasó en Tapia de Casariego, con la excepción de los encontrados en el Camino Inglés: Neda y Miño, el camino con albergues oficiales se vuelve a acabar y empezaré de nuevo con pensiones o a la intemperie. Después de gestionar en vano en Cee, salgo de allí a las 11:30h; una vez estoy llegando a la salida, una mujer me llama la atención por que voy en dirección equivocada; ella cree que voy a Fisterra, que es lo que hace la mayoría. Le explico y lo entiende y me pregunta “¿y solo?”; “sí”; “¿y si te pasa algo?”; “también me puede pasar en casa”. Ella también se apuntaría a una muerte rápida, “¿entonces?”.



Bajando la cuesta, suben dos ciclistas: “Buenas piernas”, le digo a él; “Buen Camino”, me contesta. A ella, que va más rezagada, le haré gesto tocándome los gemelos. Por la carretera un FCK (difícil palabra). Cuando paso por Ezaro, hablo con el socorrista de la playa, que está de adorno, porque no hay gente y nadie bañándose, y con los que están con él. No tendré suerte, porque a ninguno se le ocurre decirme que allí tienen una cascada espectacular y cruzaré el río Xallas y diré adiós a Ezaro sin tener noticia de ella; bien es verdad, que en la época estival, el salto de agua tiene horario, ya que no baja con tanta agua como en invierno, pero ¿podría haber hecho coincidir la hora de haberlo sabido?


Al pasar por O Pindo, saco una foto desde la carretera con la playa do Sinal, que es también el puerto, aunque luego, en orientación contraria, tienen un arenal mucho más profundo que es la playa de San Pedro. Después me encuentro con dos ciclistas de Blanes, que me dirán los albergues del Camino Portugués: Padrón, es el único de A Coruña y los otros de Pontevedra: Pontevedra, Redondela y Tui; aunque me dirán también Caldas de Reis, este albergue no me viene al paso caminando por la costa y, además me digeron que no estaba en funcionamiento (no lo puedo asegurar).


Ya estoy asfixiado y suspiro por un baño, pero todavía tardaré un rato en llegar a la playa de Carnota. Son más de las tres y me meto por Caldebarcos a la playa (luego saldré por Lira); me acerco a las rocas primeras, para estar más protegido del aire y para controlar la posible llegada de gente; me desnudo, extiendo el pareo y me baño; al volver del agua, me encuentro el pareo lleno de arena, pues el airecillo rasante levanta la arena que es finísima; el agua está traslúcida y fresquita y, en poco tiempo, me ha dejado relajado y descansado; cago y me doy el segundo baño y, poniéndome el protector de hombros, agarro las mochilas y voy andando desnudo por la playa; como voy viendo a las pocas personas (no más de diez) que van caminando por la arena, me voy alejando a lo ancho según se van acercando y creo que ninguno se percata de que vaya desnudo, aunque no lo puedo asegurar. Pensaba darme algún baño más por el camino, pero con el airecillo y sin ropa, no tengo ni calor ni necesidad. No tengo ninguna dificultad para cruzar la salida de la marisma y pasar a la playa de Carnota y seguiré en ella hasta el final; creo que la suma de las dos playas que, en realidad, es una sola, puede tener unos cinco kilómetros, ¿habré ahorrado alguno yendo por la arena, en lugar de por la carretera?; no lo creo, ya que el recorrido que hay que hacer al salir de la carretera por Gándara de Caldebarcos y el final desde la playa de Carnota hasta Lires, también habría que sumar. Haya ahorrado kilómetros o no, lo cierto es que el paseo descalzo por las playas de Caldebarcos-Carnota, ha sido una delicia y me he evitado unos 5km de carretera. Después voy preguntando por las playas nudistas que tengo en mi lista y que están situadas en zona de Muros: Lariño, Ancoradoiro y Lago Louro. En Lira, unos chavales me dirán que está lejos, pero que está señalizada. Otro chico que va por el otro arcén me dirá que Ancoradoiro la conoce, que es de arena, pero que Lariño no la conoce.


Llego a Lariño, pero no hay nadie desnudo; finalizando la playa, pregunto a una pareja  y me dicen que Ancoradoiro es la ensenada final de Lariño, hacia el sur. He sacado foto del faro de Lariño y su playa, con Fisterra al fondo. Pareciera que esta parte de la playa recibe el nombre del camping que hay a continuación; camping que será desalojado en agosto como consecuencia de uno de los incendios estivales de aquel año; la misma pareja me dirá que, al otro lado del camping está la otra playa que me falta de mi lista, la de Lago Louro y que tiene más encanto.


Llego bastante facil, preguntando a dos chicas que, aunque no son de allí, una de ellas la conoce. La primera parte es familiar, pero, alejándome un poco, me doy un baño y me seco paseando. Las playas están señalizadas, con buen acceso; las dos primeras son más abiertas y sopla mucho viento; algunos hacen kite-surf; la arena es fina y en la última parte se ensancha, algo así, como si formara un puerto natural, que es lo único que hace diferenciar Ancoradoiro de Lariño. La de Lago Louro, está más protegida (al menos del viento de hoy, no sé si del de mañana) y tiene la peculiaridad de tener detrás de la duna un lago. La arena es fina y es accesible con coche que, a pesar de ello, hoy hay poca gente: niungún desnudo. Me doy dos baños y regreso, pero, al volver pregunto a un conductor de coche y elijo seguir a Muros por un camino, evitando retroceder a la carretera y, por ese camino, que va rodeando el lago, saldré a la misma. Saco una foto, la última del rollo, pero que no me revelarán. Ya no pondré nuevo rollo hasta mañana. Después de pasar Louro, no acaba de aparecer Muros. Llego a una zona con paseo peatonal que está siendo reformado y pareciera que no hace mucho que lo hicieron; una pareja mayor va por el arcén izquierdo, pues, aunque es más peligroso y los coches vienen de frente, el del lado derecho les da poca confianza; antes de pasar al otro lado, les alcanzo y la razón de que no vayan por el paseo es que lo han tenido que levantar para meter alguna tubería que se les había olvidado ¡qué falta de previsión para un paseo nuevo! Pero suele pasar… Cuando llego al final de las obras, me paso al otro lado y aparece Muros a lo lejos. Me han dicho que pregunte por Lago. Cuando pregunto, alguno no sabe ni lo que es Lago, pero resultará que Lago sí tiene pensión. Primero voy a A’Vianda y me piden 30€ por la habitación y no tiene menú para cenar; voy a Lago y me pide 40€; así que, después de haber andado más de 55km no tengo muchas ganas para andar buscando más, y me vuelvo a A’Vianda y acepto el precio. Entrego el carnet, me enseñan la habitación y estoy de acuerdo. Lleno la media bañera y aunque no me relaje, ni pueda estirarme, me sienta bien el agua caliente y me supone una caricia para los pies, que bastante han trabajado durante el día. Ha sido el día en que más kilómetros he hecho y haré en toda la vuelta a la península. Como no quepo en la media bañera, me meto el cuerpo entero y saco las piernas hacia arriba y tras estar así un rato, me daré una ducha final; he lavado camiseta y calzoncillo, y la tiendo con mis tres pinzas (las que me dio Aurel); la cuarta se la quedó Mónika, la austriaca. Bajo a cenar y, de perdidos al río, pido pulpo; caldo gallego, pulpo y patatas fritas. El caldo (3€) tiene más patata que alubia ¡mejor! Y el pulpo (8,50€) será el mejor que he comido en mi vida (todavía me faltaría el de Ribeira). Como el pulpo iba sin cachelos, pido patatas fritas (2€) y la combinación me gusta; todo regado por 1/2 canteira (4,20€) que, con el pan, hacen 18,45€ que, con la propina serán (20€) + la habitación (30€), harán un total de 50€. En conjunto, cena y cama, serán las más caras del viaje, pero he cenado muy a gusto. Si comparamos con la experiencia de Bermeo, donde dormir y cenar me costó 54,62€ esta ha sido más barata, aunque allí incluyó el desayuno suculento que me propinó el dueño del Torre Hercilla. De ninguna de las dos me arrepiento. Además aquí, he pedido a Vicente que me ayude a preparar el plan para los próximos días y colabora mucho y despeja dudas que tenía. Me hace reformar algunos criterios que yo creía inamovibles y así podré visitar la costa sur de la ría de Muros y Noia que no conocía y la norte de la de Arousa; creo que de todo lo que me viene, lo único que visité fue Rianxo ¡A ver qué saco en claro! Ya es muy tarde, estoy cansado, no tengo ganas de escribir, pago y me voy a la cama. Felicito a la cocinera por el pulpo exquisito. Llevo muchos días viendo un anuncio de maquinaria agrícola que se repite por todas partes: Husqvarna con una H dentro de un escudo.
Resumen del día: Aunque ha sido el día que más kilómetros he hecho (55), no sé si por el baño o porque lo he hecho de forma dosificada, o porque he hecho varias paradas con baño: en praia de Carnota, en Ancoradoiro, en Lago Louro; en todas relajado y en bolas, el caso es que no estoy tan cansado como los kilómetros andados pudieran suponer. Estoy cansado pero bien; de hecho, la cena la he hecho a gusto y, a veces, el exceso de cansancio no permite disfrutarla; ha habido días que aún haciendo menos kilómetros, he llegado mucho más desganado a la cena. Para los amantes del nudismo diré que la playa Carnota y su previa la de Caldebarcos, aunque oficialmente no son nudistas, son tan largas que tienen zonas en que los nudistas podemos no resultar agresivos, aunque estemos en nuestro derecho a desnudarnos en cualquier playa del país, incluso en las más urbanas. Las oficialmente nudistas como la de Lariño y Ancoradoiro, que practicamente es la misma playa y la de Lago Louro, son buenas playas, creo que como para hacer nudismo sin problemas, por su ubicación aislada de población, pero no puedo asegurar nada, porque, cuando pasé, no había ningún nudista en activo; pero, como playas, las recomiendo las tres. Ya no tendré ninguna más hasta Noia. En A’Vianda me han puesto sello en la credencial. Avda. Castelao, 47 Muros (A Coruña) 981826322 y lo regenta Ramona Siso.

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